Si hay un libro que se ha mantenido por milenios es sin duda la Biblia, de esta se calcula que han surgido unos mil millones de copias, cada año se estima la venta de unos cien millones de ejemplares, además de haber sido traducida de forma parcial a unos 2.454 idiomas.
La Biblia, explica Javier Francisco Ceballos Jiménez, se compone por el antiguo y nuevo testamento, siendo el último quizás el más predominante en los tiempos actuales.
Para el papa Francisco, el sumo pontífice de la Iglesia católica, “la Biblia no es una hermosa colección de libros sagrados para estudiar, sino que es la Palabra de vida para sembrar”, considera además que “la Palabra de Dios es viva: no muere y ni siquiera envejece, permanece para siempre. Se mantiene joven ante todo lo que pasa y conserva a quien la pone en práctica del envejecimiento interior. Está viva y da vida”.
Este libro, considerado sagrado por sus creyentes, quienes además en más de una oportunidad rigen sus comportamientos por lo allí escrito, ha motivado también la inspiración de artistas latinos como el guatemalteco Ricardo Arjona, que en su canción ‘Jesús es verbo no sustantivo’ canta que “Jesús es más que una simple y llana teoría ¿qué haces hermano leyendo la Biblia todo el día? Lo que allí está escrito se resume en amor vamos, ve y practícalo”.
El científico Albert Einstein también llegó a esbozar comentarios en torno a este libro, al respecto dijo en alguna oportunidad que “la Biblia es una colección de leyendas honorables, aunque primitivas, y en cualquier caso bastante infantiles”.
Pero también ha acaparado la atención de genetistas como Steve Jones que en su libro ‘Ciencia y creencia. La promesa de la serpiente’ ha recogido una serie de curiosidades en torno a la Biblia, entre las que se incluyen traducciones realizadas de forma errada cambiando por completo el mensaje y haciéndolo además todo lo contrario a las creencias.
Jones mantiene, según sus investigaciones que “se conocen más de 20.000 versiones manuscritas del Nuevo Testamento y solo unas pocas son idénticas entre sí”, a propósito de esto se estima hay unas 11 Biblias adulteradas en circulación. ¿De qué van estas alteraciones? Un ejemplo se consigue en la que fue impresa en Irlanda para el año 1976, en esta en vez de escribir “go and sin no more” (“no peques más”), se tradujo a “go and sin on more” (“sigue pecando”); al notar el incidente, muchas de las 8.000 biblias que se reprodujeron fueron quemadas.
Las investigaciones de Jones sobre la Biblia y la religión, demuestran además que por ejemplo en EE. UU. las personas preferirían votar por un presidente mormón, judío u homosexual que un ateo. La Biblia motiva a los creyentes a buscar e investigar información sobre Jesús o María.
Sin duda, es innegable el impacto que tiene la Biblia en millones de personas, de hecho muchos de los creyentes tienen como costumbre guardar un ejemplar en su casa o colocarlo en un sitio visible abierto como una manera apropiada de recordar a Dios.
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