El próximo 6 de abril se cumplen 30 años de la muerte de uno de los escritores más representativos y más conocidos del género de ciencia-ficción: Isaac Asimov.
El escritor murió en 1992 como consecuencia de un virus que para la época era nuevo y desconocido, el HIV, luego de haberse hecho una transfusión de sangre contaminada con esta enfermedad diez años antes.
Asimov es considerado como un visionario por la forma de incorporar en sus narraciones la tecnología en la vida cotidiana, además de atribuírsele haber dictado las leyes de la robótica en sus obras.
Estas leyes de la robótica son:
1- Un robot no hará daño a un ser humano, ni por inacción permitirá que un ser humano sea dañado.
2- Un robot debe cumplir las órdenes que recibe, a excepción de aquellas que entren en conflicto con la primera ley.
3- Un robot debe proteger su propia existencia en la medida que esta protección no entre en conflicto con la primera y segunda ley.
Aunque su intención original fue normalizar la relación entre los seres humanos y los robots, muchas de sus predicciones se volvieron realidad con el tiempo.
Asimov nació en Petrovich, Smolensk, en la Unión Soviética, el 2 de enero de 1920.
Asimov se introdujo durante su infancia en la escritura, la ciencia y la ficción, gracias a la lectura de revista Amazing Stories.
En una Unión Soviética devastada tras la Primera Guerra Mundial, en 1928 su familia parte hacia los Estados Unidos.
En 1936, con tan solo 16 años, entró en la Universidad de Columbia, donde estudió Física, Biología y Bioquímica.
En 1946 obtuvo su doctorado en Bioquímica y, luego, se va a dar clases en la Universidad de Boston.
Pero años antes, es decir para 1933, Asimov había publicado sus primeras narraciones de ciencia-ficción y ya para 1940 estas superaban las 400.
La obra de Asimov es prodigiosa no solo por su riqueza imaginativa, sino por su profusión, con 542 libros entre 1951 y 1991.
En una etapa temprana de su vida, Asimov llegó a escribir un libro cada 68 a 71 días y, cuando las computadoras estuvieron a su alcance, pudo escribir un libro al mes.
Pero fue en 1950 cuando Isaac Asimov publicó su primer libro: Un Guijarro en el Cielo. Le seguirían Yo, Robot; Fundación; Fundación e imperio y Segunda Fundación.
En 1954 se imprime Química de la Vida: Enzimas, Vitaminas y Hormonas, seguidas de El Sol Desnudo y Con la Tierra No Basta.
Asimov abandona la docencia en 1958 y se dedica sólo a la divulgación de la ciencia. Dos años después publica la Guía de la Ciencia y otra serie de trabajos como El Cuerpo Humano, El Cerebro Humano, Enciclopedia Biográfica de la Ciencia y La Tecnología, Una Breve Historia de la Química, El Reino de los Números y Opus 100.
Asimov recibe el Premio Hugo, por la trilogía Fundación, su obra más conocida, en 1966.
La lista aumentará las dos décadas siguientes con títulos como Historia de la Energía Nuclear, El Electrón es Zurdo, Cien Preguntas Básicas Sobre la Ciencia, Historia del Telescopio, La Nueva Guía de la Ciencia,
Los Límites de la Fundación, Historia Universal en 14 tomos y Opus 200.
Isaac Asimov es, sin duda, una de las figuras más representativas del género literario de ciencia-ficción.
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