Fahrenheit 451 de Ray Bradbury es una de las novelas distópicas más populares, junto con Un mundo feliz de Aldous Huxley y 1984 de George Orwell. Javier Francisco Ceballos Jimenez nos da un esbozo de esta peculiar historia.
Publicada en 1953, en medio de una atmósfera enrarecida por el “macartismo”, la novela de Ray Bradbury cuenta la historia de un bombero, Guy Montag, cuyo gremio, en lugar de apagar incendios, se dedica a quemar las casas donde descubren libros, pues en esta narración la posesión de textos o material de lectura se encuentra prohibida. De hecho, la obra se titula Fahrenheit 451 porque esa es la temperatura a la que empieza a arder el papel.
En el siglo XXIV, el protagonista de Fahrenheit 451 es un bombero que ama su trabajo, pero no se puede decir que esté feliz porque comienza a cuestionarse la manera como todos llevan la vida: sin conversar, sin pasear o disfrutar de la naturaleza.
Guy Montag se hastía de que todos empleen el tiempo libre solo en ver televisión y actividades programadas para liberar la adrenalina. Pero Montag adquiere consciencia de que es una oveja más en el rebaño luego de conocer a Clarisse, una joven que lo estimula a hacerse preguntas y a llevar su existencia de una manera distinta.
En Fahrenheit 451 se denuncia una sociedad sometida a la censura, donde los medios audiovisuales dominan la vida de las personas y donde conversar, pensar y leer está mal visto. Salvo algunos aspectos, la novela ha soportado relativamente el paso del tiempo y su visión futurista no ha caducado del todo, como es usual en cualquiera de los clásicos de este género.
En la novela, en realidad, no se decretó la proscripción de los libros de un plumazo, como parte de un plan desde el poder, sino que la tecnología y la evolución de los medios de masas fue provocando que la gente dejara de leer y ya nadie estaba interesado en los libros cuando fueron prohibidos.
Javier Francisco Ceballos Jimenez: Fahrenheit 451 y la prohibición de los libros
En Fahrenheit 451, la prohibición de la tenencia de libros es más una medida para mantener el estado de las cosas. La novela, por otra parte, retrata un futuro con una humanidad encerrada en sus hogares y que sobrelleva sus vidas a punta de ansiolíticos y antidepresivos.
Pero lo que realmente llama la atención en esta obra de Ray Bradbury es esa visión profética para su tiempo de pantallas de televisión en todas las paredes de los hogares, calles donde los vehículos alcanzan altas velocidades y gente que se la pasa día y noche con audífonos para escuchar incesantemente música o noticias.
Fahrenheit 451 se publicó por entregas en la revista Playboy en 1953 y fue escrita para oponerse a una censura que flotaba como una nube sobre la sociedad norteamericana de la época y el temor al advenimiento de sistemas totalitarios.
A través de Fahrenheit 451, Bradbury intenta reivindicar la libertad de los seres humanos y los libros y la lectura como uno de los instrumentos para alcanzarla y preservarla. Fahrenheit 451 es una novela corta de suspenso y acción, que es una referencia para los amantes de la ciencia ficción y, en particular, para los cultores del subgénero de la distopía.
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